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viernes, 1 de mayo de 2009
HORA!!
viernes, 27 de marzo de 2009
sábado, 21 de marzo de 2009
viernes, 20 de marzo de 2009
GENTE!!!
Este video me gusto musho por que es;
cultural, educativo, tomada a una universidad de matamoros, subiendo el videoo....
ta bnito el bailable,.,,
compañeros salieron bien...
jueves, 19 de marzo de 2009
miércoles, 18 de marzo de 2009
martes, 17 de marzo de 2009
NOTICIA
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjXp24DLaDDekhjBnpmV7HMK0A0Ry1Kpl_afWQklVVjctWZxxWWmd6slCM_Ud68gaWSAGW8N-nLT6T0U0HrPq46NEfg8FKT6sb1wHaHjGewjwNCD-3wpOXLB62ureLD4Dex_jFzAKlLth2l/s320/desempleo2%5B1%5D.jpg)
El número de demandantes de empleo ha aumentado entre un 30% y un 40% en el último año y la mayor parte son hombres, menores de 30 años y con estudios básicos, según el perfil medio elaborado por Randstad, que atribuye el incremento de la demanda de trabajo al "significativo" repunte de los expedientes de regulación de empleo (ERE), especialmente a partir del último trimestre de 2008.
La mayor parte de los candidatos a un puesto de trabajo procede de la construcción, la industria y la agricultura, y en general, la crisis ha hecho que se muestren abiertos a aceptar un amplio abanico de empleos, "cosa impensable hace unos meses", señala Randstad en su informe.
Las mujeres representan el 42% del total de demandantes de empleo, una tendencia que va en aumento y que puede ser resultado de la necesidad de ingresar dinero en el hogar ante la entrada en el paro de su cónyuge o pareja.
Randstad también observa que las personas que tienen entre 30 y 45 años demandan cada vez más empleo, pues ya representan el 39% del total de demandantes. Les siguen los jóvenes de 25 a 30 años, con un 27%, y los de 16 a 25 años, con el 26%. En último lugar se sitúan los mayores de 45 años, que sólo representan el 8% del total. Así, se concluye que uno de cado dos demandantes de empleo es menor de 30 años.
viernes, 27 de febrero de 2009
viernes, 13 de febrero de 2009
LA DEPRESIÒN
Melancolía I, Alberto Durero (1514).
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La depresión (del latín depressus, que significa "abatido", "derribado") es un trastorno emocional que en términos coloquiales se presenta como un estado de abatimiento e infelicidad que puede ser transitorio o permanente.
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La depresión (del latín depressus, que significa "abatido", "derribado") es un trastorno emocional que en términos coloquiales se presenta como un estado de abatimiento e infelicidad que puede ser transitorio o permanente.
El término médico hace referencia a un síndrome o conjunto de síntomas que afectan principalmente a la esfera afectiva: la tristeza patológica, el decaimiento, la irritabilidad o un trastorno del humor que puede disminuir el rendimiento en el trabajo o limitar la actividad vital habitual, independientemente de que su causa sea conocida o desconocida. Aunque ése es el núcleo principal de síntomas, la depresión también puede expresarse a través de afecciones de tipo cognitivo, volitivo o incluso somático.
En la mayor parte de los casos, el diagnóstico es clínico, aunque debe diferenciarse de cuadros de expresión parecida, como los trastornos de ansiedad.
Amigos lectores, la persona aquejada de depresión puede no vivenciar tristeza, sino pérdida de interés e incapacidad para disfrutar las actividades lúdicas habituales, así como una vivencia poco motivadora y más lenta del transcurso del tiempo.
Su origen es multifactorial, aunque hay que destacar factores desencadenantes tales como el esteres y sentimientos (derivados de una decepción sentimental la contemplación o vivencia de un accidente, asesinato o tragedia, el trastorno por malas noticias, pena y el haber atravesado una experiencia cercana a la muerte).
Amigos, la depresión puede tener importantes consecuencias sociales y personales, desde la incapacidad laboral hasta el suicidio.
Las diferentes escuelas psiquiátricas han propuesto varios tratamientos para la depresión: la biopsiquiatría, a través de un enfoque farmacológico, avalado por los éxitos de las últimas generaciones de antidepresivos (abanderados por la fluoxetina, la "píldora de la felicidad" del siglo XX), la escuela psicoanalítica a través de procedimientos psicodinámicos, o la terapia cognitivo-conductual, a través de propuestas conductuales y cognitiva.
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